LA IMPORTANCIA DE TENER UN BUEN ESLOGAN
Un eslogan es un lema publicitario que acompaña a las marcas, o incluso si es lo suficientemente bueno y cumple con los objetivos marcados, acaba sustituyéndolas.
Tiene su origen en las palabras celtas “slaugh” (guerra) y “gheun” (grito), o sea “grito de guerra”, lo que viene a ser una llamada a la acción.
Para muchos expertos en publicidad (y en Cuatrocento también lo creemos) un eslogan es un medio muy efectivo que sirve para destacar y llamar la atención sobre una determinada marca y sus productos o servicios, y si se caracteriza por ser “muy bueno” hará que se quede grabado en la mente del consumidor.
Tres son los factores que convierten a un eslogan en popular: creatividad, claridad del mensaje y la familiaridad de la marca. Recordamos algunos como “Just Do It” de Nike, “I´m Lovin It” de McDonald, “Think Different” de Apple o “Porque yo lo valgo” de Loreal.
Estas son algunas de las características más relevantes que hacen que un eslogan sea exitoso:
1. Ha de ser breve y conciso, con un texto impactante que no pase desapercibido y que por el contrario sea muy sorprendente.
2. Busca aquello que realmente te diferencie de tu competencia en base a la palabra que mejor te defina, característica especial de tus productos o servicios.
3. Es aconsejable que comience con un verbo o un imperativo de manera que incite a la acción y le de dinamismo: piensa, sueña, vuela, etc.
4. No debe tener más de 8 palabras, lo ideal está entre 3 y 5. Cuanto más corto, mejor.
5. Tiene que cumplir las expectativas que tiene el consumidor de tu marca y ser sincero con la filosofía de empresa.
Una vez tengas definido el eslogan de tu marca, asegúrate de que aparece en todas las piezas corporativas de la empresa. Esto hará que cobre protagonismo y sea realmente efectivo.