El marketing experiencial o también llamado marketing emocional es aquella variación del marketing tradicional que busca provocar sentimientos y emociones del consumidor con el producto o marca con el que interactúa.
La elección que un cliente hace de un determinado producto o servicio viene determinado por la experiencia que le ofrece la compra y su gratificante consumo, lo que hace que tenga un mayor recuerdo de esa marca.
Las marcas cada vez tienen más competencia y les cuesta hacerse un hueco en el mercado, por eso el marketing experiencial es una herramienta muy útil para diferenciarse y crear lazos fuertes con el consumidor.
Para que una campaña basada en el marketing emocional sea exitosa no hay que pasar por alto las siguientes claves:
1. Ofrece un beneficio que sea una experiencia única, una oportunidad inmejorable para conseguir una fuerte relación consumidor/marca.
2. Dirígete a un público segmentado por su perfil psicográfico: por sus gustos y preferencias, por sus sentimientos y pasiones.
3. Crea estrategias de venta con el tipo de experiencias a las que vas a enfocar la campaña y crea una imagen acorde a dichas experiencias.
4. Una vez se cree un vínculo del usuario con el producto es necesario generar canales de comunicación con ellos para conocer sus experiencias y afianzar las relaciones.
5. Viralizar la acción si se ha obtenido el impacto perseguido. Es importante contar con un plan de difusión de relaciones públicas para expandir la noticia.
El marketing experiencial permite crear un nuevo enfoque en la estrategia comercial de una marca a través de fórmulas novedosas ante la saturación de los mercados.
Aquellas marcas que generen buenas experiencias de consumo se convertirán en referentes en el sector, destacaran de su competencia, lograrán el posicionamiento que buscan en la mente de los consumidores y generarán un mayor impacto y lealtad de los usuarios sobre la marca.