En el Día Mundial de la Televisión, 21 de noviembre, queríamos hacer una reflexión sobre la nueva era de la publicidad en la televisión y en streaming. Aunque la televisión tradicional sigue siendo un canal importante, los cambios en los hábitos de consumo están redibujando el panorama publicitario.
Fragmentación de las audiencias.
La televisión durante su historia ha logrado concentrar a grandes audiencias frente a una misma pantalla, impactando a mayores y pequeños. Las plataformas de streaming por el contrario, se encargan de segmentar y personalizar aquello con lo que nos impactan. Este acontecimiento ha hecho que las marcas deban diversificar su inversión en publicidad para tener presencia tanto en la televisión como en otros medios.
La lucha por la atención del usuario.
Un factor clave es la atención de los usuarios que están sobreestimulados y que optan en muchas ocasiones por aquellos planes sin anuncios que ofrecen algunas plataformas. Mientras, la televisión se financia en gran medida de la publicidad y que por supuesto no va a dejarla de lado.
Los consumidores han dejado claro la necesidad de reinventar las experiencias publicitarias, estas deben ser menos intrusivas y aportar valor, de esta forma la predisposición del espectador es positiva.
Métricas.
Las plataformas de streaming han captado inversiones gracias a sus métricas precisas y flexibilidad para ajustar las campañas en tiempo real. Los resultados que arroja son muy precisos y las estrategias que se plantean gracias a ellos son muy concretas, además de su repercusión en el ROI.
A su vez la televisión se encuentra muy limitada a la hora de mostrar datos y esto crea un nuevo reto en las mediciones.
La conclusión sobre el análisis de la nueva era de la publicidad en la televisión y en streaming es que la televisión y las plataformas de streaming deben convivir y complementarse. Mientras la televisión sigue siendo clave para eventos en vivo y audiencias masivas, las plataformas de streaming ofrecen una experiencia personalizada y segmentada.
Los anunciantes aprovechan lo mejor de ambos mundos, demostrando que pueden coexistir y mantenerse relevantes en sus respectivos nichos.